Las personas quizá no le evitan…
Es probable que:
1. Estén con sobre carga laboral.
Y quizá todos en algún momento determinado lo hemos estado y sabemos que no respondemos de la misma manera, que nuestras emociones se dejan llevar más por el estrés y que ese ese estrés puede provocar reacciones diferentes en nuestras respuestas habituales.
2. Asumiendo y procesando algún trauma o situación personal.
Sin duda alguna, sólo cada uno de nosotros sabe cuáles son realmente las cargas emocionales con las que vive el día a día, de ahí que en algunos momentos nuestros mecanismos de defensa emocional se activan y entonces no hacen parecer “extraño” o “ajenos”, sin embargo, es sólo eso, un tiempo, un espacio, un momento que no puede estar marcado por “relojes emocionales externos”.
3. Aprendiendo a colocar límites desde lo sano.
Así es y sin duda este punto incluye mucho re descubrimiento y aplicación de estrategias emocionales nuevas, recursos variados, en fin, un sin número de intentos en la búsqueda emocional de esa estabilidad o equilibrio.
4. Priorizando su crecimiento personal.
Muchas veces requerimos de un silencio personal porque estamos transitando por un espacio de re conexión con nosotros mismos, estamos priorizando el generar esa pausa que requerimos en algunos momentos de nuestras vidas para continuar desde un lugar de mayor plenitud.
5. Distraído por algún cambio repentino en su vida.
Algo nuevo, algo diferente que nos tiene en frecuencia emocional distinta, pero no en contra de los otros, sólo distinta.
Haciendo cualquier cosa en su vida en este momento y no significa que “no le quiera o le quiera menos”, sólo es un proceso, no asumamos tantas cosas como personales, tratemos de generar mayor compasión, hagamos pausas antes de juzgar y generar reacciones reactivas y repasemos estos puntos como filtros emocionales.
Cada uno lo está haciendo lo mejor que puede con los recursos emocionales que tiene y no significa que no le quieran… cada uno vive sus procesos como necesita para estar en paz