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Publicado por: Yaxún Viquez
enero 10, 2020
Quiero contarle algo, que no por cotidiano y frecuente, en mi consulta, deja de ser importante.
Todo lo contrario, me conmueve y me llama mucho la atención, pues escucho a mis pacientes con regularidad decir, cosas como estas, me parece, que merecen una consideración especial a qué me refiero, pues a frases similares a estas:
- Yo no puedo pensar en mí.
- Tengo muchas cosas que hacer, cómo voy a sacar tiempo para hacer algo para mí
- Por dónde empezar, hace años que deje de hacer cosas por mí.
- Estoy en un momento de la vida, que no se ni quién soy.
¡Muy fuerte! Pues, frente a todo esto me pregunto: ¿cómo sentirnos bien con nosotros mismos? ¿cómo ser feliz? ¿cómo enfrentar nuestros problemas? Si no tenemos tiempo, espacio, para dedicarnos un rato a nosotros mismos(as).
Quiero preguntarte algo ¿Te identificas con alguna de estas frases, o quizá con varias de ellas?
Yo creo que sí, a mí, me ha pasado, es un tema de todos, pues vivimos como en automático, llenos de ocupaciones, cargados de estrés, y pegados al teléfono celular. Esto a veces nos lleva a enfrentar la realidad, creando decenas de “explicaciones” del por qué no hemos podido acomodarnos por dentro.
Sé que esto quizá va a doler, pero no son explicaciones, son justificaciones ¿Cuál es la diferencia?
- Una explicación nos ayuda a comprender cómo se dieron las cosas e inmediatamente nos mueve a una acción de aceptación, enfrentamiento o resolución.
- Una justificación, nos hace creer que nada puede cambiar, es un “ni modo”, que no nos reta, nos hace pensar en “pobrecito yo”.
Si bien es cierto que a veces, no la tenemos fácil y hay días, épocas en la vida complicadas, quizá el tema, de mayor peso, es que hemos dejado esto de lado, el sentirnos responsables de nuestra historia, y para ello hay que revisar nuestros pensamientos, emociones y conductas.
Pero ¿te vas a quedar ahí? “Justificando” mientras se te pasa la vida o “Explicándote las cosas” para moverte. Se trata de tu vida, y frente a cualquier complicación u obstáculo, solo hay dos opciones: Sufrirlo o enfrentarlo.
Ahora, sé que no es fácil, y quiero invitarte a asumir este proceso. Sin sentirnos culpables por favor. Que esta emoción, la culpa, es famosa por no ayuda en nada.
Te invito a sentirte responsable ¡Sí! A salir de esa posición de víctima ¡Vamos a crear una realidad diferente! Pero ojo, sin expectativas de cuentos de hadas, que ya bastante comimos de eso.
Vamos a hacerlo desde lo humano, vamos a empezar por reconocer que hemos sido educacadas en una sociedad donde muchas veces los discursos de
- Calladita más bonita
- Las niñas lindas no dicen eso
- Las princesas no hablan de esa forma
Frases de estas, estoy segura, que tendrás una larga lista en la cabeza. Además, a vos y a mí nos han calado de manera muy fuerte en nuestra mente y nuestro corazón.
Sé que con mucha probabilidad, han teñido la forma en que usted y yo, hemos visto o asumido la realidad, lo que poco a poco, fue torciendo nuestras emociones y pensamientos hasta llegar a un punto, en el que creemos como un hecho válido, que anularnos, minimizarnos y validar a los demás, incluso sobre lo que queremos, es lo “correcto” o lo “amoroso” ¡Falso! Nada podrá estar nunca por encima de usted.
Ahora, vamos a empezar por esto último para preguntarnos ¿Qué queremos? Te parece esta una pregunta simple. Quizá en este momento usted diga ¿qué le pasa a Yaxún? O brote un “ja, ja, ja” de sus labios.
La verdad, yo sé que no es sencillo, pero quiero ser optimista, por algún lugar vamos a tener que empezar, y creo que es un tema de “hoy”, de tu presente. No lo vamos a dejar como propósito de año nuevo, por favor, lo vamos a empezar a hacer ya.
El primer paso, es reconocernos como mujeres, y validar que lo que estamos haciendo, ha significado nuestro mejor esfuerzo, y que hemos dado lo mejor, con los recursos emocionales que tenemos.
Ahora, no es suficiente, podemos dar más, pero sin presión, sin correr, sin creer que nos falta mucho ¡No! Es amar lo que somos, lo que hemos dado, y disfrutar lo que hemos hecho, pero abiertas a aprender procurando ser la mejor versión de nosotros mismas.
Hoy le propongo que hagamos un ejercicio de pensamiento juntos ¿qué le parece?
Mientras lo lee imagínese sintiendo en POSITIVO, cada palabra….
- Hoy me prometo “amarme” un poco más…
- Hoy prometo amarme tanto que sólo “deseo” lo que realmente me hace “feliz”, eso que le aporta “bienestar” a mi vida.
- Hoy quiero “experimentar” de manera consciente un cambio en la forma de verme y relacionarme conmigo misma.
- Hoy me doy cuenta de que no merezco el juicio o el reproche sobre mí.
- Hoy elijo profundizar en lo que me digo, en lo que hago por mí y para mí.
- Hoy reviso mis palabras hacía mi misma y procuro sólo aquellas que son cariñosas y “compasivas”.
- Hoy reviso mis formas de relacionarme con las personas y quiero ser selectiva al hacerlo, procurando buscar relaciones que me nutren y espacios de soledad para “disfrutar” de mi propia compañía.
- Hoy tomo consciencia de cómo me alimento y empiezo a cuidarme, honrándome, no sólo con lo que ingiero de manera física, también “emocional”, renuncio al drama en mi vida, entiendo que el sufrimiento y el dolor me alejan del “amor”
- Hoy me quiero regalar la “oportunidad” de respirar y “agradecer” por hacerlo, recordándome “viva”.
- Hoy lleno mi día de palabras “amorosas” y pensamientos “positivos” que me permitan llenar mi “corazón” de alegría.
- Hoy “me” elijo desde el “amor”.
Yaxún Víquez A.