Todas las recompensas requieren de un esfuerzo inicial.

La mayor gratificación es la que demanda más dedicación, paciencia y persistencia.

La vida coloca siempre en nuestro camino a personas maravillosas, no por coincidencia, ni por accidente, sino como un regalo para nosotros, pero también necesitamos ser conscientes cuando llegan a nuestra vida algunos momentos, situaciones o personas que nos impiden estar bien.

Ignorar a algunas personas o situaciones puede volverse necesario para generar estabilidad y no me refiero a hacerlo desde el enojo o la re-actividad, me refiero a enfocarlo desde la aceptación y en búsqueda de nuestra paz.

Es necesario aprender a vivir sin prestar atención a aquellas actos, palabras o sentimientos que pretendan o consigan anularnos.

Esto puede resultar agobiante, abrumador y altamente tóxico, pues condiciona nuestro bienestar a la inestabilidad de sus actuaciones, es importante tomar consciencia, revisar ¿por qué me quedo ahí? Y posteriormente poner límites, entendiendo que para hacerlo muchas veces requiero de acompañamiento.

Decirles adiós a sus quejas a sus juicios y ¿por qué no? a sus dramas o incongruencias.

Deje de alimentar aquellas relaciones o situaciones que absorben su energía y nublan su realidad.

Empiece hoy a alejarse de todo lo que le aleja de usted mismo, no importa lo que digan, recuerde hágalo sin enojo, hágalo con amor para usted.

No se olvide de que de vez en cuando tenemos que descargarnos.

La mente y el cuerpo debe desintoxicarse de alimentación insana, de acciones negativas, de pasados conflictivos y de personas que desestabilizan.

Sufrir, aguantar y sacrificar su vida no le valida como ser humano ni le hace mejor, solo le atormenta.

Rodearse de lo negativo sólo consigue oscurecer todo aquello que brilla en usted.

Yaxún Víquez A.