¿Tan frustrados y cansados estamos como para maltratar a los demás?
Me refiero a un todo como sociedad,
Las carreteras se convierten en espacios de «sobre-vivencia», donde reina la «ley de la selva».
Estamos convencidos de que «nuestra verdad» es la única y cuando alguien opina diferente lo asumimos desde lo personal y nos sentimos atacados.
Los índices de violencia continúan aumentando en los hogares, entre otros espacios.
Facebook y las redes sociales, en general se están convirtiendo en basureros donde las personas llegan a hacer sus mezclas de odio, frustración e ira queriendo imponer su verdad desde la ofensa y el mal-trato.
En estos tiempos se vuelve necesario trabajar la humildad, generar mayor capacidad para comprender al prójimo, trabajar en nuestra consciencia para saber valorar lo que somos y lo que podemos aportar desde el amor.
Si cada uno de nosotros realmente quiere contribuir a mejorar el mundo es obligatorio el trabajo personal, tenemos que comenzar por nosotros, trabajando en nuestras sombras, así podremos trascender nuestras limitaciones.
Es importante aprender a ser «asertivos» , es maravilloso poder decir lo que pensamos sin juicios de valor, sin acusaciones, sin des-calificaciones.
El odio, cuando se junta con la ira y la frustración, es capaz de realizar desastres impresionantes.
El amor no mal-trata.