Querer no es poder y muchas veces al estarle repitiendo eso a las personas que están cerca de nosotros les puede generar mayor frustración, o incluso por un momento, cuando estamos pasando por una situación de alta complejidad y se acerca alguien a decirnos «si usted quiere puede»
Yo creo que vivimos en la era del esfuerzo «sobre humano», el éxito «a cualquier precio», la competitividad, el mundo de «hacer muchas cosas a la vez para ser suficiente» sin importar el ser, pues anteponemos, muchas veces el tener y la motivación para llegar a felicidad sí o sí.
Por muchos lugares llega el famoso mensaje “si quiere puede”, pero, yo estoy convencida que el tema va más allá… y que, si nos quedamos en la repetición de la frase nada más, podemos exponernos (por juzgarnos desde el lugar que lo hacemos) y exponer a otra persona (por qué no conocemos su vida, ni lo que está atravesando) de generar el efecto contrario al que buscamos.
Querer es el primer paso para conseguir algo, pero no siempre es suficiente.
Es importante aprender qué podemos conseguir a partir de nuestras acciones y qué cosas, por más que queramos, no podremos alcanzar desde la motivación, el deseo o el esfuerzo.
Un simple ejemplo… decirle a una persona que pasa por una depresión (sin saberlo) «si quiere salir, usted puede”” lo que necesita es ocuparse” “si usted de verdad quiere estar bien, se levanta porque tiene mucho para agradecer” se puede convertir en algo que lastime más y de poca ayuda, ojo, aunque la intención sea buena.
Por eso, sigo insistiendo en la educación sobre nuestra salud mental, preocuparnos por educarnos, por saber cómo funciona nuestra mente, por entender que todo proceso tiene una explicación para entonces poder buscar los acompañamientos necesarios.
Nuestro cerebro es un mundo tan apasionante como complejo y no podemos sólo pensar que la «motivación» alcanza para todo.